Hacia 1990 -hace escasos seis años- se comenzaba a hablar en Mendoza de un nuevo emprendimiento educativo. Su perfil generaba algunas incógnitas, especialmente en los ambientes académicos mendocinos -no siempre proclives a las innovaciones:
"Fundación Post-Grado de Congreso". ¿por qué dictar posgrados, si ya hay universidades que pueden hacerlo? ¿Qué es eso de "Congreso"? La cúpula de su logotipo es ilustrativa, pero el interrogante seguía: ¿Por qué "Congreso"? ¿Se trata de una fundación destinada a legisladores? Y en medio de estas preguntas, la duda mayor: ¿Quién es este Dr. Klair, Kleir o Klicr (la imprecisión en el apellido formaba parte del interrogante) que se viene con esta iniciativa?
A poco andar, las dudas se fueron aclarando y los interrogantes contestando. Varios académicos de Mendoza se acercaron a la nueva Fundación, y desde ella ofrecieron sus conocimientos a ávidos profesionales que buscaban perfeccionamiento de posgrado.
A tales cursos se sumaron luego carreras terciarias -y la gran esperanza: obtener el reconocimiento como Universidad privada.
La semilla estaba echada: como sucede con toda siembra, de ahí en más todo dependía de la fertilidad del suelo, de las condiciones ambientales y - los mendocinos lo sabemos muy bien del riego adecuado. El suelo demostró fertilidad: a la Fundación se fueron acercando aspirantes - futuros alumnos- cargados de ilusiones de esperanzas y de firme decisión vocacional.
Las condiciones ambientales -me refiero ahora al ambiente burocrático estatal- no fueron del todo favorables. Ello obligo a desarrollar -en forma paralela a las actividades docentes, razón de ser de la Fundación- una ardua intrincada e incansable lucha contra toda clase de obstáculos burocráticos. Y, por cierto, para seguir con la metáfora, el riego fue cuidadosamente efectuado: en cada hora y en cada aula, los docentes se empeñaron en fomentar el meritorio esfuerzo que por aprender realizaban los alumnos.
En ese contexto donde se conjugaban factores ltades y contratiempos- hasta convertirse en un sólido equipo de conducción que, junto a docentfavorables y adversos, nadie se desalentó. La semilla sembrada iba tomando paulatinamente forma de vigorosa planta, cuyas flores se convertirían en frutos: estos debían madurar de a poco; cada examen aprobado, cada año terminado y cada trámite cumplido eran otros tantos síntomas de que la meta podía no estar cercana, pero el camino emprendido era acertado. Lo que al principio fue un esfuerzo visionario personal, se fue convirtiendo en una convergencia de esfuerzos múltiples -no exentos, por cierto, de dificues, alumnos, padres y colaboradores, pudieron recibir con justificada satisfacción el reconocimiento oficial de la Universidad de Congreso a principios de este año.
El 3 de abril ha quedado en la memoria de todos como un acto inolvidable: el acto académico inaugural simbolizó la concreción de una aspiración institucional larga y esforzadamente acariciada. Pero al mismo tiempo significaba también un severo desafío: ya Universidad, debíamos demostrara los frutos maduros del esfuerzo realizado. Los alumnos tuvieron que duplicar su dedicación al estudio; sus padres y familiares multiplicaron el apoyo brindado; los docentes ensayaron nuevas formas pedagógicas, y el equipo de conducción se esforzó en adoptar decisiones y en buscar nuevas modalidades organizativas para lograr la mayor eficacia posible en la prestación del servicio educativo.
Y aquí tenernos los primeros frutos: estos alumnos que con mucha alegría y con no poca añoranza celebran la finalización de su cursado. Alegría, porque ha pasado el requerimiento de asistencia cotidiana a las aulas y sólo quedan algunos exámenes para acceder al título; añoranza porque así se diluye ese ámbito de amistad y compañerismo que precisamente es el aula. El haber alcanzado una meta no constituye tanto la finalización de una etapa sino mas bien el comienzo de una nueva; no invita tanto a mirar hacia atrás, a lo ya hecho, sino más bien a mirar hacia adelante, a lo por hacer.
Con ese espíritu signado por el esfuerzo, el optimismo, la cordialidad y la informalidad, los directivos, docentes y colaboradores de la Universidad de Congreso se unen exultantes al festejo de los alumnos, y de sus familiares, que hoy celebran la meta alcanzada y se disponen a continuar el camino emprendido.
Oscar: la semilla que sembraste demostró poseer una saludable vitalidad.
Compañeros en la docencia: ustedes han realizado un valioso esfuerzo para regar y cultivar esa semilla.
Alumnos: ustedes han demostrado ser un suelo fértil, pleno de potencialidad intelectual, creatividad inventiva y fuerza de voluntad, promesas firmes de un futuro intelectual exitoso.
FESTEJO DEL CUMPLEAÑOS DEL LIC. LUIS TRIVIÑO EN MI CASA EN MENDOZA
CARTAS DEL LIC TRIVIÑO RENUNCIANDO A SER RECTOR DE LA UNIVERSIDAD
La doble moral de algunos intelectuales
Por Luis Triviño Antropólogo Mendoza, Argentina Viernes 28 de julio 2006
Canicoba dictó cuatro procesamientos El juez federal dispuso procesar, sin prisión preventiva y con embargos de 10 millones de pesos, a Santibañes, Genoud, Cantarero y Pontaquarto
El juez federal Rodolfo Canicoba Corral firmó esta tarde el procesamiento y el embargo por diez millones de pesos a cada uno de los cuatro protagonistas de las presuntas coimas en el Senado para la aprobación en 2000 de la ley de reforma laboral.
.Los primeros procesados sin prisión preventiva en esta causa por presunto "cohecho" son el ex titular de la SIDE, el radical Fernando de Santibañes, los ex senadores José Genoud (UC
R-Mendoza) y Emilio Cantarero (PJ-Salta), y el ex secretario parlamentario Mario Pontaquarto, también radical que se autoincriminó. Además el juez les impuso embargos de hasta 10 millones de pesos a cada uno de ellos.
Fuente: DyN , La Nacion, viernes 23 de enero de 2004
Mendoza, domingo 4 de octubre de 1998
MENDOZA
"Deben investigar a la universidad"
Ex directivos de la Universidad de Congreso responden a las acusaciones de su actual rector
Luis Triviño, ex rector de la Universidad de Congreso-denunciada el viernes pasado por fraude- y Carlos La Rosa, ex vicerrector de posgrado de la misma institución salieron ayer a desmentir de las acusaciones vertidas Qscar Klier, actual rector de UC.
Klier dijo en declaraciones a la prensa que tanto La Rosa como Treviño "se fueron de la universidad por proyectos personales diferentes a los fines académicos y creo que sus objetivos son políticos". A esto Triviño y La Rosa respondieron que su interés fue, es y será defender el proyecto compartido y elaborado en conjunto por los estudiantes y profesores la UC.
"Mientras estuvimos en la universidad dimos todo de nosotros para concretar esos objetivos. Una vez fuera de ella nos limitamos a debatir públicamente nuestra concepción universitaria y a requerir a las instituciones de control la preservación de la continuidad académica, ante las "dificultades existentes", explicaron los ex directivos mediante un comunicado.
También quisieron dejar en claro que el alejamiento de los cargos que ocupaban se debían a ciertas irregularidades que percibían en el manejo económico-financiero de la Universidad al que ellos eran totalmente ajenos. Ambos coincidieron en que
"esta presunción fue compartida por el director administrativo, contador Francisco Mauri, quien también se retiró de su cargo por las mismas causas".
Triviño y La Rosa informaron sobre la situación al presidente de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria, doctor Emilio Mignone, y a funcionarios del Ministerio de Cultura y Educación de la Nación, quienes dispusieron realizar inspecciones en la administración y contabilidad de la UC.
En franco apoyo a las denuncias efectuadas por el actual presidente de la Fundación Universidad de Congreso, José Blas Made, consideraron que "es necesario hacer una investigación".
La Rosa y Triviño espertan que una vez superadas las irregularidades denunciadas, la UC retome su rumbo “Para esto es imprescindible la organización de la comunidad educativa con miras al autogobierno de docentes y alumnos” señalaron.
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