- Nacimiento:
- 03-01-1951
- Lugar:
- Madrid
- La estupenda cantautora catalana Marina Rossell me contó el otro día algo espeluznante: que en Ravensbrück, un campo de concentración nazi sólo para mujeres situado a unos cien kilómetros al norte de Berlín, a las prisioneras se las obligaba a comer sin cubiertos, con las manos. Puede parecer un detalle baladí, teniendo en cuenta las atrocidades que se cometieron en el infierno del nazismo: los millones de personas convertidas en cenizas, los niños judíos torturados por Mengele para experimentar sobre los límites del dolor. De hecho, por Ravensbrück pasaron, entre 1939 y 1945, unas 132.000 mujeres, de las cuales murieron 28.000, así que debieron de suceder cosas terribles. Pero el detalle de no proporcionarles cubiertos me parece una crueldad refinada y demoledora. De esa manera las forzaban a comer con los dedos, a hozar en el plato, como animales. Era un método sencillísimo para romperles el espinazo moral, para hacerles perder la dignidad y la autoestima, para degradarlas cada día un poco más. Eso es lo más estremecedor de los genocidios totalitarios: que se basan en la previa deshumanización de las víctimas. Antes de asesinarlas, antes de destruir sus cuerpos, primero las destruyen como personas.
ROSA MONTERO MANERAS DE VIVIR
Sin tenedor ni cuchara
ROSA MONTERO 20/03/2011Marina tiene una hermosa canción que se titula Morir a Ravensbrück que cuenta esta historia, que es la historia de Neus Català, una mujer que sobrevivió al horror de aquel campo. La letra de la canción es de la gran Montserrat Roig, que había conocido a Neus mientras preparaba uno de sus libros mas importantes: Noche y niebla: los catalanes en los campos nazis. Ahora se cumplen, precisamente, veinte años de la tempranísima muerte de Montserrat. Català, en cambio, sigue entera y coleando, con 94 años. A pesar de todo, sobrevivió. La capacidad de resistencia del ser humano es prodigiosa. Un segundo amigo, el economista Javier Velasco, me ha contado otra historia estremecedora que de alguna manera se parece a la anterior. En los primeros y más tenebrosos años de la posguerra española, un buen número de prisioneros políticos fueron llevados a trabajar de manera forzosa a las minas asturianas. Un grupo de matones falangistas bajaban de cuando en cuando a una de las minas más importantes y colocaban en fila a todos los prisioneros. Les hacían numerarse, y luego señalaban a unos cuantos al azar y les decían que dijeran un número. Al desgraciado que coincidía con el número mencionado, lo sacaban de la formación y lo fusilaban. Y lo más conmovedor (y probablemente ya lo has adivinado, porque, en el fondo, y pese a todo, confiamos en la fuerza del ser humano) es que, en más de una ocasión, el prisionero al que preguntaron contestó dando su propio número. Y, por consiguiente, fue sacado de la fila y ejecutado. Como en el caso de Ravensbrück, escalofría pensar en la maligna pero afilada inteligencia que diseñó un entretenimiento tan cruel. Porque los mejores de entre los prisioneros, los más enteros, los más valientes, los más generosos, los más difíciles de quebrar, daban su propio número y, por lo tanto, eran eliminados. Y los demás, los que daban el número de un compañero, estaban destrozados para siempre. Perverso y eficaz, sin duda alguna. Y, sin embargo... Sin embargo, creo que este meticuloso plan para acabar física y anímicamente con el enemigo tenía un error fatal, un agujero: el ejemplo de entereza y heroicidad que ofrecía el compañero que se inmolaba. Cuando alguien ha muerto por ti (y evidentemente todos los que el héroe no nombraba le debían la vida), sin duda te sientes de algún modo obligado a ser mejor. A mantener tu existencia a la altura del colosal regalo que te han hecho. De manera que, si bien los más valiosos eran eliminados, ese ejemplo tuvo que levantar por fuerza la moral y la dignidad de los que quedaban. Lo más destructivo hubiera sido que todos hubieran dado el número de un compañero... pero se diría que la vida siempre se guarda estos pequeños ases en la manga. Incluso en los peores momentos, en los campos de concentración nazis, en el más enloquecedor abismo de maldad, en la desolación de la total desesperanza, hubo gente que siempre estuvo por encima de todas las expectativas, gente que escogió y supo ser heroica. Y gracias a eso es por lo que podemos seguir escribiendo poesía después de Auschwitz, en contra de lo que dijo Adorno en su famosa frase."Cuando alguien ha muerto por ti, sin duda te sientes de algún modo obligado a ser mejor"www.rosa-montero.com
martes, 26 de abril de 2011
Sin Tenedor ni Cuchara
lunes, 7 de abril de 2008
El antisemitismo en Argentina
Incremento del antisemitismo en Argentina. La República Argentina alberga desde casi sus orígenes como país a descendientes de españoles e italianos; hasta chinos y japoneses, que llegaron hace no mucho tiempo producto de una importante oleada inmigratoria desde esos países, también encontraron en Argentina su lugar en el mundo.
Además de la convivencia de este crisol de nacionalidades, también conviven distintos cultos religiosos.
Aunque y si bien la religión oficial es la católica, en el país se goza de una absoluta libertad en este aspecto.
Incluso en Argentina la comunidad judía que vive es muy numerosa.
Entonces, por todo esto y a pesar de haber sufrido en carne propia, los extremismos de la religión con los atentados a la AMIA y a la Embajada de Israel, no entiendo y me resulta lamentable enterarme que el informe anual sobre libertades religiosas que realiza el Departamento de Estado Norteamericano, señala que durante 2006 se registraron 586 denuncias en Argentina ante la DAIA por antisemitismo, un 35 % más respecto del año anterior.
De la descomposición de la cifra, surge que 25 fueron amenazas de acciones terroristas o violencia física y 396 corresponden a propaganda antisemita, a través de pintadas y graffitis en las calles y literatura.
Se nota que nada se aprendió de los terribles atentados que sufrió el país…
Foto: Revista Teina
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Nacionales Denunciarán casos de antisemitismo ocurridos en Argentina http://www.territoriodigital.com/nota.aspx?c=6266515160038552 La DAIA denunciará mañana, en Nueva York, casos de antisemitismo ocurridos durante el año pasado en Argentina, informó hoy esa entidad de la comunidad judía. |
DD HH-ARGENTINA: Desaparecidos judíos, la deuda pendiente
Por Marcela Valente
BUENOS AIRES, nov (IPS) - Por primera vez en 30 años, la máxima representación
política de la comunidad judía argentina presentó un estudio sobre las personas
de ese origen desaparecidas por la última dictadura, en el que se revela el
ensañamiento adicional de la represión contra estas víctimas.
El "Informe sobre la Situación de los Detenidos-Desaparecidos Judíos durante el
genocidio perpetrado en Argentina", en formato de libro, fue presentado por el
Centro de Estudios Sociales (CES) de la Delegación de Asociaciones Israelitas
Argentinas (DAIA), con el respaldo de la gubernamental Secretaría de Derechos
Humanos de la Nación.
"El libro es parte de un camino que la DAIA viene recorriendo y de su compromiso
con los familiares de las víctimas", declaró a IPS Marisa Braylan, directora del
CES. Aludió así a los reclamos de deudos hacia esa asociación, señalada de
mantener un bajo perfil durante el régimen dictatorial (1976-1983) a pesar de la
desaparición de integrantes de la comunidad.
"Los familiares reclamaban ayuda y la actual conducción asumió la
responsabilidad de revisar lo actuado y asumir que hubo varios desaciertos",
dijo Aldo Donzis, actual presidente de la DAIA. El informe no menciona esos
errores, pero responde al compromiso de "reconocer omisiones y desaciertos",
rescató Braylán.
Por su parte, el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, remarcó
durante la presentación de la investigación el miércoles que "enfrentar a la
dictadura en aquel momento exigía heroicidad y eso no es una exigencia que se le
pueda pedir por igual a todos los ciudadanos".
Hay dos aspectos que son los más resaltados en el informe. Uno es cuantitativo y
se refiere a una sobre-representación de judíos entre los
detenidos-desaparecidos. Además, aunque "no fue una persecución antisemita, el
tratamiento era brutal con víctimas judías y se apelaba a la simbología nazi,
por eso subrayamos también un aspecto cualitativo", dijo.
El trabajo consta de varios capítulos. En la introducción, se recuerda que la
DAIA nació en 1935 para enfrentar la amenaza del régimen nazi en Alemania y la
actividad de sus agentes y seguidores en Argentina. Y luego rememora los
desafíos, agravios y ataques antisemitas que sufrió la colectividad judía en
este país antes del golpe de Estado de marzo de 1976.
En verdad, entre las más graves afrentas hay dos posteriores a la dictadura en
Argentina. El ataque en 1992 a la embajada de Israel y el atentado explosivo
perpetrado dos años después y que voló el edificio de la Asociación Mutual
Israelita Argentina (AMIA). Entre ambas agresiones murió más de un centenar de
personas. Pero el texto no se detiene en estos ataques.
Para la DAIA, el régimen militar planteó "una situación inédita" de persecución
que incluyó el secuestro, la tortura, la apropiación de menores y la
desaparición forzada de personas, y remarcó que las víctimas judías de ese
"genocidio" recibían "un tratamiento más vejatorio y cruel" incluso que el de
los demás prisioneros.
El informe se basa en múltiples testimonios, algunos brindados ante la Comisión
Nacional de Desaparición de Personas (Conadep), creada en 1984 por el entonces
presidente Raúl Alfonsín. Otras declaraciones fueron tomadas de los registros
judiciales y de diversos países. También hay narraciones de sobrevivientes a
organizaciones no gubernamentales nacionales y extranjeras.
Se citan, además, múltiples relatos acerca de la exhibición de simbología nazi
como cruces gamadas, retratos de líderes de esa corriente, propalación de
discursos de Adolf Hitler (1899-1945) durante las noches e insultos antisemitas
durante las detenciones y en las sesiones de torturas.
Brinda una lista provisoria de desaparecidos judíos, que es la que se presentó
por primera vez ante la justicia en España a fines de los años 90. También
incluye la nómina elaborada por la Comisión de Solidaridad con Familiares de
Detenidos y Desaparecidos en Argentina, radicada en Barcelona, que arroja datos
distintos.
El informe sostiene que en los años 70 en Argentina había entre 230.000 y
290.000 judíos, lo cual representaba entre 0,8 y 1,2 por ciento de la población
total de entonces. Pero en las estimaciones sobre desaparecidos, el porcentaje
de origen israelita está entre cinco y 12 por ciento, según las diversas
mediciones.
Sólo en el documento "Nunca mas", producido por la Conadep, en 1984 había
denuncias de 8.956 casos de desaparecidos, 1.117 de los cuales eran judíos. Eso
indica una proporción de 12,4 por ciento. Si se observan los asesinatos
registrados ante esa Comisión, el porcentaje de víctimas de esa colectividad se
eleva por encima de 15 por ciento.
En Argentina vive la mayor colectividad judía de América Latina. El informe
sostiene que, según sus registros, hubo alrededor de 1.300 desaparecidos de ese
origen, pero la DAIA ofreció mantener abierto el registro porque presume que
pueden ser más.
Si bien los registros de la Conadep indican casi 9.000 detenidos desaparecidos,
organizaciones de derechos humanos elevan esa cifra a casi 30.000.
La investigación detalla que, al igual que en la represión del el nazismo, en
los centros clandestinos de detención argentinos se les quitaba a los
prisioneros el nombre, se los humillaba y luego de asesinados se ocultaban sus
cuerpos. Había entre los secuestrados en Argentina "padecimientos extra" por ser
judíos.
En su testimonio ante la Conadep, el sobreviviente Daniel Fernández reveló que
"contra los judíos se aplicaba una tortura sumamente sádica y cruel, el
‘rectoscopio’. Era un tubo que se introducía en el ano o la vagina de las
víctimas y en el cual se ponía una rata que buscaba la salida mordiendo sus
órganos internos".
Otro que prefirió el anonimato recordó que los represores "se reían" de los
judíos y les pintaban cruces esvásticas sobre el cuerpo, y cuando otros agentes
los identificaban durante el baño los volvían a golpear. Cristina Navarro, otra
sobreviviente, contó que un guardia "tenía predilección por golpear a detenidos
de apellido hebreo".
El estudio también toma el testimonio del editor periodístico y escritor Jacobo
Timerman, fallecido en 1999. En su libro titulado "Prisionero sin nombre, celda
sin número", el ex director del desaparecido diario argentino La Opinión contó
que a los detenidos judíos los obligaban a colocarse en cuatro patas e imitar el
ladrido de un perro.
"No era un exceso de algunos represores, era una concepción, una práctica
institucionalizada dentro de las fuerzas de seguridad que actuaron en aquellos
años", sostiene el informe luego de detallar múltiples testimonios de tratos
"especiales" durante las torturas, y apelación de los represores a la simbología
nazi.
Otros testigos denunciaron que, en las sesiones de tortura, los represores
indagaban en la vida de las organizaciones de la comunidad judía, y luego
elaboraban mapas de sinagogas, edificios emblemáticos, y listados de personas.
Algunos conocían términos en hebreo y en idish y demostraban "cierta obsesión" por las tradiciones israelitas.
La escritora Nora Strejilevich denunció que, cuando estuvo detenida, un agente
le dijo que "el problema que más les preocupaba era la ‘subversión’ –como
identificaban a todos los que consideraban como opositores izquierdistas-- y le
seguía en importancia el ‘problema judío’".
Braylan anunció finalmente que los documentos y testimonios que sirvieron de
base al informe formarán parte del Archivo Nacional de la Memoria que se erigirá
en la ex Escuela de Mecánica de la Armada, una institución naval que fue un
emblemático campo de concentración y que ahora está siendo transformada en
museo. (FIN/2007)
Fuente: IPS Noticias
miércoles, 2 de abril de 2008
El discreto encanto (actual) del menemismo por Miguel Bonasso
Crítica Digital | El discreto encanto (actual) del menemismo
Política
CONTRATAPA
Por un recurso presentado por el multimedio Vila Manzano y confirmado por la Justicia, Canal 7 no se puede ver en Mendoza. Miguel Bonasso.
Miguel Bonasso
30.03.2008
¿Hasta cuándo se prolongará la subcultura menemista? ¿Hasta cuándo lo público se subordinará a lo privado? ¿Hasta cuándo toleraremos que algunos magistrados dictaminen contra el Estado en defensa de intereses particulares inconfesables? No son preguntas vanas: desde el 14 de enero pasado la repetidora de LS82 TV Canal 7 no puede verse en la ciudad de Mendoza ni en un radio de 70 kilómetros. La bajada de palanca a la señal estatal, que tiene asignado el canal 11 de aire, fue dispuesta por la jueza federal Olga Arrabal, en respuesta favorable a un recurso presentado por el multimedio monopólico Vila-Manzano, originando el expediente caratulado “JORGE STORNELL SA c/ESTADO NACIONAL Y OTROS s/AMPARO”. Se ve que la magistrada estaba muy apurada, porque interrumpió la feria judicial para expedirse y dejar a cientos de miles de mendocinos sin la señal oficial. La medida, apelada por el canal estatal, se encuentra a consideración de la Cámara Federal de Mendoza, que no tiene plazo para expedirse.
Para colmo, la apelación fue trabada y dilatada innecesariamente porque la jueza decidió que la parte denunciante se llevara durante un buen tiempo el expediente. Así lo denunció, el 18 de febrero pasado, la directora periodística de Canal 7, Rosario Lufrano, en un acto realizado en Mendoza, donde se cosecharon 20 mil adhesiones a favor del canal público y estuvieron presentes representantes de distintas entidades sociales, políticas, culturales y defensoras de los derechos humanos.
Según el Grupo Vila-Manzano, el canal 7 nacional interfiere o altera la señal a través de la cual transmite el canal 7 de Mendoza –emisora privada conocida como Supercanal–, a través de la grilla 11 del cable. Sin embargo, argumentan las autoridades del canal público, el lugar que les fue concedido por la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) es el canal 11 de aire, no el del cable. Según Lufrano, la jueza no convocó a perito alguno para verificar la supuesta interferencia que, de existir, debe ser resuelta técnicamente por el permisionario del servicio de cable, ya que el servicio de televisión abierta tiene preferencia en la asignación de frecuencias.
Ver nota completa en Edición Impresa.
sábado, 29 de marzo de 2008
Denuncian por antisemitismo a Moneta.
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Por Martín Granovsky Un escándalo con acusaciones de antisemitismo y corrupción amenaza empañar la inauguración oficial de la Exposición Rural, el sábado próximo. El comodoro Juan José Güiraldes, socio vitalicio de la Sociedad Rural Argentina, denunció que el presidente de la entidad, Enrique Crotto, lo ataca con un panfleto en el que la mayor “acusación” indica que tiene amigos judíos. Crotto es amigo de Raúl Moneta, que también empieza a quedarse solo: dos influyentes socios de la SRA pidieron que este año el banquero no organice el festival ecuestre porque tiene cuentas pendientes con la Justicia.
LA REACCION DEL DIRECTOR DE PRENSA DEL ARZOBISPADO PORTEÑO Por M.G. “El Vaticano no le prestó ninguna bandera a Moneta”, dijo anoche a Página/12 el padre Guillermo Marcó, director de la Oficina de Prensa del Arzobispado de Buenos Aires que conduce Jorge Bergoglio. “No entiendo qué relación tiene la religión con la caída de un banco en Mendoza.”
MONETA ATACO AL DIPUTADO MENDOCINO CARLOS BALTER Por Fernando Almirón El ex banquero Raúl Moneta acusó al diputado nacional por Mendoza Carlos Balter de motorizar una persecución en su contra que, según aseguró el viernes, “no tengo idea si lo ha hecho como funcionario o como miembro de la comunidad judía”. Balter, que es miembro de esa comunidad, ya tiene lista un presentación judicial para pedir explicaciones. Moneta, uno de los empresarios favoritos de la gestión menemista que se ocupa de aclarar permanentemente su condición de “católico ferviente”, ya se había despachado contra tres periodistas “que profesan otras religiones, como el señor (Horacio) Verbitsky, (Ernesto) Tenembaum y (Marcelo) Zlotogwiazda”, a los que acusó de protagonizar una serie de ataques contra su persona. A su lista de comunicadores judíos supuestamente complotados el banquero sumo ante un cronista del diario Los Andes de Mendoza a Román Lejtman y Andrés Klipphan, que no es judío pero que lo parece por portación de apellido.
“Quiero saber si robó, no me importa su religión” Por Irina Hauser “A mí no me importa si Raúl Moneta es católico, judío o protestante, me preocupa que si es un sinvergüenza y está procesado; no es nada oportuno que la Sociedad Rural Argentina lo invite a presentar sus caballos en lugar de ocuparse de los problemas de los productores”, gruñó el estanciero Carlos Firpo Peña. Lo mismo, pero con un lenguaje ahorrativo y protocolar, le dijo en una carta al titular de la Rural, Enrique Crotto. “Lo hice por el honor de mi padre, Luis Juan Firpo Miró, que fue presidente de la Sociedad en la época de Lanusse”, le explicó a Página/12.
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Antisemitismo, antisionismo, judeofobia
28 mayo 2007
Antisemitismo, antisionismo, judeofobia
Post en los foros de Todo Política, http://www.todopolitica.com
El término “antisemita” fue ideado por el alemán Wilhem Marr en 1879 para quitar la carga religiosa que presentaba “antijudío”, ya que él se proponía incitar a sus compatriotas contra judíos religios0s y personas ateas o agnósticas de antepasados judíos; con la palabra “semita” pretendía englobar a ambos. El problema es que no existen los semitas como pueblo; existe sí el término en lingüística para denominar a un subgrupo (el IIIA, según Greenberg) de la familia afroasiática en el que se encuentran el hebreo, el árabe, el arameo y el acadio; la situación es la misma que emplear “antilatino” para alguien que se opusiese a los catalanes, por ejemplo, dado que su idioma está clasificado como latino, pese a que ese pueblo desapareció hace más de dos milenios (desde sus orígenes Roma incorporó a etruscos, samnitas y diversos pueblos itálicos no latinos que junto a la multitud de pueblos e individuos que aceptaron sus bases culturales dieron lugar al pueblo y la clase dirigente romana). Dado que no era la palabra correcta porque nadie odiaba a todos los que hablaran y/o estudiaran un idioma semita (y desde 1945 confesarse antisemita es un suicidio público) hacía falta otra. “Antisionista” fue una elección obvia para quienes teniendo esos sentimientos buscaban algún nombre que no los vinculara directamente con los nazis (como si por otra parte engañasen a alguien) , aunque examinada de cerca aún más carente de sentido que antisemita; el sionismo es un movimiento nacionalista que se basa en el vínculo de un pueblo con una tierra. Es el equivalente judío de todos los movimientos de liberación del tercer mundo y si la mayoría de los hablantes de lenguas semitas no son judíos aquí la situación es aún mas irónica ya que todos los que no están en contra de la existencia de Israel (unos 6000 millones de personas, más o menos) son en la práctica sionistas. La palabra que estamos buscando es judeofobia; fue acuñada por Leon Pinsker en 1882 y tiene la ventaja de que se determina exactamente el objeto del odio, los judíos y la naturaleza irracional del mismo (las fobias son uno de los principales fenómenos en psiquiatría). Justamente esa irracionalidad es la que la hace tan díficil de ser erradicada; en palabras de Ernesto Sábato “Al judío se lo acusa de banquero y bolchevique, avaro y dispendioso, limitado a su Ghetto y metido en todas partes (...) la judeofobia es de tal naturaleza que se alimenta de cualquier manera: cualquier cosa que el judío diga o haga servirá para avivar el resentimiento”.
tapiales: Antisemitismo en el CONICET (2006)
miércoles, agosto 02, 2006
Antisemitismo en el CONICET (2006)
Antisemitismo en el CONICET. Tengo entendido que un Instituto que figura como Unidad Ejecutora del CONICET, el cual se vio beneficiado durante el Proceso con substanciales subsidios mediante los cuales adquirió un costoso Inmueble utilizado como sede y que la administración Abeledo en tiempos de Alfonsín omitió investigar, que alberga en su seno al director de una célebre publicación antisemita, que asimismo logró obtener mediante donaciones y merced a la adscripción institucional al CONICET valiosas colecciones documentales legadas por familias patricias, y donde a su vez ha publicado su producción una integrante del actual Directorio del CONICET, discrimina a los eventuales usuarios que inocentemente acuden a su sede según procedencia racial; o más específicamente, repele a aquellos investigadores de origen judío. Ese fue el caso experimentado por un prestigioso intelectual argentino de procedencia judía y profesor de una universidad del conurbano, pero que por su retraimiento, timidez o falta de pruebas es incapaz de hacer las denuncias correspondientes. El hecho es muy conocido y los detalles precisos circularon entre los colegas correspondientes a la disciplina cultivada por dicho Instituto. Por cierto, la discriminación no es explícita ni está anunciada en un letrero ni en un folleto, pero en los hechos a los intelectuales de origen judío, o con portación de apellido de esa procedencia, les es negada la documentación que el Instituto adquirió a suerte de legado por estar adscripto como Unidad Ejecutora del CONICET. El único intelectual de ese origen que ha podido atravesar su umbral, porqué su discriminación habría sido un escándalo irresistible, ha sidoTulio Halperín Donghi, quien incluso comentó en alguno de sus reportajes esta inaudita experiencia. Esta intimidante realidad es tal, que la totalidad de los investigadores de esa ascendencia o aquellos de filiación política de izquierda no se atreven siquiera a visitar dicho Instituto. Creo entonces que al menos correspondería en este espinoso asunto la actuación de oficio del Comité de Ética de la Secretaría de Ciencia yTécnica, del INADI y del Ing. Enrique Oteiza o en su defecto de la Justicia Federal. Sin otro particular, les saluda Eduardo R. Saguier Investigador del CNICET e-mail: saguiere@ssdnet.com.ar http://www.er-saguier.org cc: AMIA INADI APDH Fuente: Quebec.indymedia 31-V-2006