La Argentina, entre los países más antisemitas del mundo
Un documento presentado por el Departamento de Estado de los EEUU destacó que entre las naciones donde se registraron un mayor aumento de agresiones contra Israel y el sionismo figuran Argentina, Venezuela y Canadá
Así surge de un informe realizado por el Departamento de Estado norteamericano, que en forma muy escueta menciona a
El documento resaltó que se denunciaron durante 2006 en Argentina 586 casos, un 35 por ciento más que en 2005.
El informe, que detalla distintos tipos de ataques antisemitas cometidos en todo el mundo, destacó que el atentado terrorista a
También observó que en los casos de abuso verbal "aumentan el nivel de ansiedad dentro de la comunidad judía", y cuando resalta daños a la propiedad cita las pintadas antisemitas registradas en el barrio de Once y en una sinagoga de Villa María, en la provincia de Córdoba.
Sin embargo, elogió que "Argentina hizo mucho por promover el diálogo interreligioso", aunque referencia esta actitud en 2007, cuando el Ministerio de Relaciones Exteriores reunió a las comunidades musulmana y judía para celebrar el inicio de Ramadan y Yom Kipur.
También cita a importantes funcionarios que se expresaron en contra del antisemitismo, y menciona las palabras pronunciadas en marzo de 2007 por la entonces senadora (actual presidente) Cristina Fernández de Kirchner, quien dijo: "No sólo levantaremos la voz, sino que tomaremos medidas concretas contra cualquier signo de antisemitismo".
"Hoy, sesenta años después del Holocausto, el antisemitismo no es sólo un hecho histórico sino que es un suceso cotidiano", destacó el reporte que fue enviado al Congreso, dedicado a la memoria del diputado republicano Tom Lantos, único sobreviviente de
El informe titulado "Antisemitismo global contemporáneo" dio cuenta de que diferentes embajadas norteamericanas en el mundo resaltaron un incremento de ataques a judíos, a sus propiedades y a diversas instituciones, entre ellas a sinagogas, aunque no aportó estadísticas exactas.
El instituto "Stephen Roth", de
Uno de los hechos más polémicos y violentos de antisemitismo se registró en Francia cuando Ilan Hamili, un judío de 23 años, fue encontrado desnudo, esposado y quemado cerca de una estación de trenes en las afueras de París; días después murió por las heridas sufridas.
Asimismo, el informe da cuenta sobre las nuevas formas de discriminación, que se fortalecieron en la última década. "La característica distintiva del nuevo antisemitismo es la critica al sionismo y a las políticas de Israel lo que –de manera intencional o no- tiene el efecto de promover el perjuicio contra los judíos demonizando a Israel y a los israelíes".
El documento agregó que la crítica hacia Israel genera antisemitismo y se puede trasladar a la violencia física, como ocurrió en 2006 durante la guerra que mantuvo Israel contra Hezbollah en el Líbano.
El informe destaca a los gobiernos y líderes políticos que "agitan las banderas del odio antisemita en sus sociedades". Cita concretamente a los presidentes de Irán, Mahmoud Ahmadinejad -que cuestionó la veracidad del Holocausto- y al de Venezuela, Hugo Chávez que "demoniza públicamente a Israel".
INFOBAE.COM, em 14/03/2008.
Entre los peores
El Departamento de Estado norteamericano destacó a la Argentina –y a Canadá– como los países del continente donde el antisemitismo sigue siendo un problema. En su Informe sobre Antisemitismo Global, publicado ayer en Washington, la cancillería de EE.UU. resume la situación en 2004 de “un problema que se presenta en el siglo XXI con más frecuencia y severidad, especialmente en Europa”. Nuestro país aparece como el peor de América latina en este sentido.
“El antisemitismo sigue siendo un problema en Argentina”, dice el informe, que afirma que si bien la cantidad de incidentes antijudíos se mantiene estable en los últimos años, sigue habiendo ataques a cementerios, amenazas a instituciones comunitarias, pintadas, uso de insignias nazis y venta de publicaciones. El Departamento de Estado dice que la DAIA todavía no tiene un número final de incidentes para este año, pero “se espera que sea similar al de 177 denuncias de 2003” y que el Inadi informó que “sólo el 7 por ciento de las denuncias recibidas por discriminación son por incidentes antisemitas.” El informe destaca las pintadas a un ómnibus de una escuela judía en noviembre y el caso de la legisladora porteña Mirta Onega. El párrafo final dedicado a Argentina es previsible y ya rutinario: no hay ningún progreso en las causas judiciales por el vandalismo a cementerios, por el atentado a la Embajada de Israel y la carta bomba recibida por Alberto Merenson en abril de 2001. En tres líneas, el informe recuerda que en septiembre fueron liberados los acusados en el caso AMIA “pero el gobierno argentino prometió seguir la investigación para llevar a los culpables ante la Justicia.”
Mientras que Brasil es mencionado por “los indicios de tensión entre ciudadanos judíos y musulmanes” y por la gran actividad neonazi en Internet, Canadá aparece como el país peor colocado en el hemisferio, con 600 casos documentados, “un constante aumento a lo largo de la década”. Los incidentes incluyen vandalismo a escuelas, sinagogas y al cementerio Beth Israel de Quebec. El peor fue un ataque con bomba incendiaria a una escuela judía de Montreal. A diferencia de Argentina, sin embargo, ya hay tres detenidos con pruebas firmes.
Página 12 Jueves, 06 de Enero de 2005
El antisemitismo en Argentina
Desde el comienzo de la guerra entre Hezbolá e Israel pude ver cómo, día a día, disfrazados bajo el lema de solidaridad con el Líbano, reaparecían las más virulentas expresiones antisemitas bajo una falsa justificación: quienes las expresaban eran "antisionistas". Ese antisionismo que abraza la causa de Hezbolá tiene como premisa fundacional la destrucción del Estado de Israel, premisa compartida por Hamás, Jihad Islámica y todos los grupos terroristas palestinos, además de una gran mayoría de países musulmanes. Desde el paseo por los medios de líderes religiosos islámicos, a las marchas de Quebracho, se repite el mismo discurso. Y aquí quiero detenerme. En las universidades, en las calles y en los eventos públicos aparecen manifestaciones y actitudes racistas que son, por lo menos, toleradas por el poder político, ignoradas por la sociedad y minimizadas por los medios. Un grupo de encapuchados armados con palos representando a Quebracho impidió que se realice una marcha para protestar contra Irán. La coerción mafiosa dio resultado, la marcha no se realizó. Lo más alarmante es que sí se realizó sin impedimento alguno una marcha contra el Estado de Israel con la participación de esos mismos matones y representantes religiosos de la comunidad islámica en este país. Esos dirigentes pudieron dar su discurso, lleno de recurrentes frases ya conocidas. Y como postre, la lastimosa puesta en escena de los encapuchados de Quebracho golpeando las vallas de contención. O sea que los que impidieron el uso de la libertad de expresión y reunión, hicieron uso sin trabas de la misma 48 horas después. Todo esto bajo un manto de silencio. No escuché críticas, no vi manifestaciones de preocupación en los gobernantes, ni en el periodismo, ni en la gente. ¿Hasta cuándo repetiremos la ya famosa frase: "Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío no me importó..."? Algún día vendrán por todos, y va a ser tarde.
Daniel R. Braier, DNI 13.498.733
danisil@sinectis.com.ar
La Capital Cartas de Lectores
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